miércoles, 5 de mayo de 2010

Cheers.

Por el silencio y por cuando se rompe, por las canciones malditas, por lo fuerte que llega a ser la fragilidad y por los recuerdos a borbotones que nos parten (de vez en cuando) por la mitad. Por los goles que se miden en latidos, por los santos adulterios y por todos los misterios que poco a poco soy capaz de resolver. Por las manos de mi rubio favorito, por las agujetas, por los lunes que parecen viernes y por mi sagrada mala conciencia. Por la paciencia y por sus cosquillas, por las letras inspiradas y por todas las coartadas que me tuve que inventar. Por aprender a andar con calma, por las cosas que vamos a asesinar bajo el sol y por los aullidos que me seguirán haciendo sonreír.

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