lunes, 3 de noviembre de 2008

era de pacotilla.

(...)

En fin.

Fue. No será. Todo da lo mismo. Todo es igual.
No repitas los errores. No vuelvas a embaucar.
Siempre dijiste que no lo podrías soportar.
Vamos. Ya nada es lo que esperas. Ni nunca lo será.
Da lo mismo. El dolor seguirá.
Son demasiados muertos en la cola. Demasiada basura sin reciclar.
Jugaste si saberlo una partida que nunca se debería ganar.
No te hundas. No rezongues. No aspires a más.
Inhala otro Marlboro. Apura otro cubata.
Deja sonar esa canción que no significa nada ya.
No te puedes engañar. No te puedes engañar.
Que se acabe pronto esto. Que los parroquianos dejen de una vez el bar.
Es importante que lo hagan. Ni a ellos los puedes cazar.
Ya no es tiempo de imposibles. Ya nunca vas a cambiar.
Sigue por el camino sin nombre. Desaparece ya.
Abandona los recuerdos, sabes que los van a borrar.
Seguro que malgastas tus últimos días.
A quién quieres engañar.
Ojalá perdieras de una vez la lengua.
Ojalá explotara tu cuello.
Ojalá te tropezarás con tu sombra y ya no te pudieras levantar.
Jódete gilipollas, seguro que ya no sabes ni andar.
Triste tragedia la que vives, sin nadie que la quiera interpretar.
Ciérrate más en ese mundo falaz.
Añade capas a tu cebolla. Añade capas a tu cebolla.
A ver si alguna vez consigues llorar.
Púdrete por dentro. Hazlo con estilo, lo tuyo es aparentar.
Busca otra excusa. Perdiste la cuenta de las que podías pergueñar.
No te preocupes por nosotros. Ya nunca vas a cambiar.
Adiós imbécil, ni explicándote la historia la has podido entender.
Te lo mereces. Te lo mereces. Mil veces te lo mereces.
Quémate los ojos. Verás mejor.
Al menos por una vez, el negro te hará un servicio.
Te permitirá hurgar entre todo ese sebo sarnoso que te corroe en la oscuridad.
Mírate por dentro, triste despojo.
Lástima que sea tan lento en la agonía, alguien lo debería mejorar.
Pero da lo mismo. Estás muerto aunque te tengan que matar.
Eres tan cobarde.
Pero ya están aquí.
No era tan difícil.
Que dulce esta ironía que ni todo tu sarcasmo ha podido imaginar.
Que bueno este cinismo.
Que grande tu estrabismo.
Soñaste con días de gloria. Y tu miseria se merece bajonazo, puntilla y silencio sepulcral.
A quién quieres engañar.
Para más desgracia tuya, ni eres único ni eres especial.
Jajajajajajaja. Saca otra risa estúpida. Otra más.
No hay épica posible aquí.
Vas a irte pronto.
Triste. Amargado. Solo.
No hay vuelta de hoja. No hay paso atrás.
Somos muchos apuntándote.
Son muchas las facturas a pagar.
Podrás vivir mil años.
Podrás sobrevivirnos a todos.
Haz lo que te dé la gana.
Como siempre.
Tranquilo, a nadie le va a importar.
Tú mismo te condenaste.
A quién quieres engañar.

(...)