lunes, 30 de agosto de 2010

digamos que la palabra no es un medio para ser feliz,

y aún así qué alegría, qué alivio, qué ataque de amor, qué infinitas gracias tengo que darte por venirme a buscar hoy y que yo vuelva a tenerte bien cerquita, los dos en medio de esta sórdida ciudad que mira de reojo al mar y a ratos nos deja ciegos, los dos callando aún teniendo tantísimo que decirnos, porque incluso avanzando a trompicones entre la niebla lo que tenemos es más que suficiente. qué bonito que al terminar estés abajo y haya un asiento a tu lado y podamos brindar ya no por lo que fuimos, sino por lo que seremos.

Final de verano*

Esta es una historia de vicios imposibles como robar cantidades ingentes de sacarina en los aeropuertos, y de aquí a la cleptomanía, lo sé, hay un paso. De festivales entre rastrojos donde de repente aparecen amigos y más amigos y de dar gracias por estar vivito y coleando. De la HISTERIA en mayúsculas al no encontrar el periódico del domingo, y al fin, milagro, que aparezca en el último Relay aeroportuario posible y casi hacer la croquetilla. Es una historia de caballeros que convierten una noche en un viaje lisérgico y te hacen convulsionar de la risa para luego dormir como un lironcito y de caballeros que no sólo le meten mano a la vida sino a ESTA INGENUA DAMA que suscribe. Es la historia de ser forastero en la isla número 3 del recuento parcial (anual) de islas. De aterrizar despegando y/o viceversa. De un lunes por la mañana en modo contrarreloj para que el verano, que es lo más, no se muera nunca.

*Título recommended, por cierto. Ay...

viernes, 27 de agosto de 2010

Ripios para animar a los valientes.

Porque sé que tienes miedo,
porque nunca fue más necesario hacerse fuerte
y apretar los puños,
porque ahora toca huir de los dementes,
recomenzar,
curarte con cariño los rasguños.
Porque mañana saldrá el sol desde tu casa,
porque lo que no mata te hace duro,
porque no te va a matar,
ya sabes que esto jode pero pasa,
para que andes, vueles más alto,
sigas cantando, des otro salto.
Porque de esta vamos a aprender,
porque mañana te reirás,
(a poder ser conmigo al lado),
de esta peli de serie zeta
que al final de los finales
y sin aplausos
habrá acabado.

Porque sé que tienes miedo
pero también un corazón que resucita
ave fénix, pequeño milagrito,
para que todo vuelva ser bonito
a la espera de otro huracán
que arrase todo
que te convierta de nuevo en un volcán
una vez y otra vez más
en esta eterna espiral
de versos, risas
y soledad compartida
que tiene pinta de ser la vida.

miércoles, 25 de agosto de 2010

La isla al cubo.


Puede parecer el título de un cuento de Cortázar, pero (una pena) no lo es.
Es el de la crónica del verano que nunca escribiré.
Por inenarrable y porque, como ya dije alguna vez, cómo van a caber tantos versos en un puto blog.

Eso sí, larga vida a la ensalada griega, al bloody mary, a las gafas de buzón y a los huracanes que arrasan mi carita (y mis brazos-violeta) al despertar.

Me decías lo que media entre tú y tu soledad, es un trecho que no puedo abarcar.