martes, 11 de noviembre de 2014

Más vale tarde (y más vale raja).

1. Estaremos de acuerdo en que esto no es un brief: es el mismito infierno, aunque no está claro que en el infierno haya heces y desde luego en este post las hay (y hala: la primera). Pero habrá que intentarlo. A ritmo de Beyoncé (vamos, play), que es como hay que intentar las cosas serias.

2. Podríamos empezar la historia con Makelele subido a un sidecar, pero sería un asunto más propio de Jane Austen. Así que empecemos mejor por una noche loca, aunque no sé si tanto como la mítica en Cerdeña en que I. se xxxx a un sardo. Que ahí estábamos todos menos Josmar, afinando casi tanto como la colega del Summertime y además finiquitando el summertime por todo lo alto, porque como todo el mundo sabe lo riu es vida y lo demás son tonterías, y si no dejad de leer ahora mismo y abrid Instagram, que será por fotones del Salt del Grill y compañía.

3. Total, que la paella fantasía merecía una previa a la altura, así que le dimos a las mazorcas, no fuera que nos quedáramos sin paluegos entre los dientes. Pa luego, me refiero. Por si después de un suculento plátano porni quedaba algo de hambre o para superar el famoso cáncer Albal. Jesús: letal es poco.

4. Y en estas que a alguien se le cortaba la respiración: no se sabe si porque andaba imaginándose a Coloma desnuda o un montón de pits pits pits són els meus amics. Los que ya habían obnubilado al pobre del tractor por la mañana en la piscina, que no hizo más idas y venidas en su puta vida, ante la atónita mirada de Jessica Fletcher disfrazada de oveja. Taaaan molona her… Que si Jean Paul no se casó con ella fue porque Dios no quiso.

5. ¿Qué íbamos a hacer el resto? Repartir papelitos y servir más ratafía. Normal que ahí saliera lo que no había salido en años, como el videoclip de Kylie o las nomenclaturas en modo patatona, que datan -era arriba, era abajo- de la de los dinosaurios. -¡En singular! - ¡Dinosaurio!

6. Así que, por supuesto, conquistamos Serrat y hasta Manhattan. Así, a lo loco, estando en La casa de la pradera. De forma nada turbia (¡dejad de pensar en fistfucking!) y con la inestimable ayuda de Hipólito (¿será un pájaro? ¿será un avión? ¿será un enano?)

7. Y al día siguiente, en fin. Había quien no se levantaba. ¿Debían estar nivelando el agua caliente de la ducha? ¿O era un caso de trempera matinera derivando en el clásico más vale raja que paja? ¿Eh, eh? Queremos aclaraciones. Sí, en plan tocapelotas. Menos mal que lo que acaba con una paella fantasía (bis), bien acaba. Sobre todo porque estoy hasta el coño ya y además Beyoncé (bis) ya ha dejado de cantar. ¿Cómo? ¿No queréis saber qué suena después?

Total, que prueba superada. ¿O qué creíais?
Carpe diem, peñita.

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