miércoles, 13 de enero de 2010

un bonito impermeable azul

días de impermeables azules y palacios por partida doble y de reyes magos madrugando en las estaciones de tren y de soles que salen por si te descuidas y te dejas deslumbrar.
días de dolor de muelas y de llorar de risa cuando el caballo llega a casa sin john wayne.
días para que veas que vuelas, de ocho horas de oficina y horas extras en la barra, sin un plan en la pizarra y el alma cirrótica cáustica y descojonada de lo atroz de la rutina o la ruina.
días de limosnas y limusinas y nostalgias y cascabeles y de placeres y ahora que viene a cuento, ya te comento: más vale que hoy te quedes.
días con el norte al sur y la brújula rota por bulerías, que ha dejado una nota en la cocina: no volveré.
y parece que este estribillo ya me lo sé...

te diré mil cosas por las que no llorar ni loco.

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