martes, 12 de junio de 2012

a contraluz.

confesaré cualquier cosa a sabiendas de que puedo hacer algo mucho peor. apostaré doble o nada contra mí, con la absoluta certeza de que voy a fracasar. perderé mil noches más. rezaré para escapar de la lava de los brazos del volcán. y lo haré de nuevo a contraluz, de espaldas a un cielo que ruge y explota en azul.

confesaré además que no es la primera vez. que nunca llegué a saber, que más bien desaprendí. que poniendo todo el empeño no dejé de sucumbir. que el ejército de damnificados no para de crecer y que gime de dolor. que no pueden gritar más. que no hay rehabilitación y nadie me va salvar, ni siquiera el propio ángel redentor.

y mientras avanzaré en la niebla, y a ratos miraré atrás. para recordarme que aún así seguí adelante. que ahora tengo un nuevo corazón. que los días impares de junio puede salir el sol. que los textos susurrados me emocionan. y que anoche te llamé desde el balcón porque yo perdía la fe y tú ya no eras mi persona.

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