martes, 24 de enero de 2012

Prefiero

Prefiero la primavera.
Prefiero la noche.
Prefiero el humo.
Prefiero los tipos que leen.
Prefiero el fútbol.
Prefiero el bourbon.
Prefiero la música en directo.
Prefiero la incondicionalidad a la brillantez.
Prefiero la gente imperfecta.
Prefiero las islas.
Prefiero el café.
Prefiero conducir.
Prefiero las clavículas a las manos.
Prefiero lo ridículo de escribir poemas a lo ridículo de no escribirlos.*
Prefiero recordar.
Prefiero saber, siempre.
Prefiero un periódico al sol en invierno.
Prefiero el carácter, aunque luego me arrepienta.
Prefiero Madrid y Gijón.
Prefiero decidir a que decidan por mí.
Prefiero creer.
Prefiero el salitre, con todo lo que conlleva.
Prefiero la responsabilidad de elegir y fallar.
Prefiero los hoteles.
Prefiero la cerveza.
Prefiero despertarme con ellos a que se vayan.
Prefiero la terminal de salidas a la de llegadas.
Prefiero las canciones que hacen llorar.
Prefiero la segunda botella de vino y la penúltima copa.
Prefiero un montón de cosas que no escribo ahora a otras muchas que tampoco escribiré.
Prefiero la luna.
Prefiero arriesgar.
Prefiero doble o nada y todo ya.
Prefiero lograr una voz a lograr todo el dinero del mundo.
Prefiero la sensibilidad.

*Bendita sea Wislawa Szymborska.

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