como un grito de amor desde un pantano en medio de la nada, un domingo cualquiera, a medio camino entre el resacón del siglo y el estremecimiento provocado por unas manos de colores sobre un cuerpo que levita.
y las lágrimas al borde de dos precipicios en forma de ojos que se cierran porque no se atreven a dejarse llevar. y vivir rodeada de pequeños que son más grandes de lo que dos garras humanas pueden llegar a abrazar.
y otra noche de blanco satén y las risas ahogadas y puestos a dormir dos horas empecemos el next round. y gatitos a los que dios mata con sus propias manos cada vez que bajo la guardia y me da por morir por ti. y la embriaguez al cubo y los corazones de buenas noches y los mensajes que al final sí llegan y estas diez canciones para temblar por todas las habitaciones que se quedan vacías cuando te vas y una ciudad lista para recibirnos y la carretera y el top manta y otro centenar de copas de más y los relojes y la perplejidad y todos los puntos de ventaja
y saber
que si me miras así
ni que sea una vez más
moriremos todos por knock out.
martes, 1 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario