miércoles, 24 de marzo de 2010

etcétera.

de las teorías salvajes de una tal señora de las alturas, de alguien que entona al oído un qué bonita eres, de la maldición de ezequiel, de los amaneceres peor para el sol, del sexo de los ángeles que te hacen cerrar los ojos de ganas de verles, sin ser manía ni locura ni esa curiosa debilidad por un capitán llamado ahab, de las cosas que hacen bum, de los incendios cuando nos juntamos y también de los nevados, de los que sin saber cómo, se acaban atreviendo, de sisifó en sus terrenos impracticables, de la gotera del techo (que alguien venga a repararla de una puta vez), de lo que alumbran siete faroles, de lo largas y penosas que se hacen las carreteras, de los fuera de juego evidentes, de los caminos que seguro que no llevan a casa, de los que dicen 'no habrá más reproches' y de los que prometen conciertos tan largos que jamás te harán daño otra vez, de las bombillas azules, rojas y amarillas, de los epílogos más epílogos del mundo, de los asedios, de los impermeables azules y los hoteles neoyorquinos y los días y las noches y los mares...

y de todas las demás cosas que me gustaría haber escrito yo también.

y si esto no se parece a la primera bocanada de aire tras un coma

que baje dios
y lo vea.

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