Este sí va para ti.
No entiendo a qué venía esto ahora. No entiendo por qué no ponemos el modo relax, el modo vamos a pasarlo bien, el modo vamos a querernos un poquito ahora que la tormenta ya hace tiempo que pasó y luce el sol y los héroes ganan batallas y de los pechos cuelgan medallas y en los banquetes se comen perdices.
No entiendo qué necesidad de hacerlo difícil, de seguir mirando atrás y más atrás y al fondo y más al fondo, al lugar, y es innegable, donde más duele.
No entiendo por qué es tan difícil agarrarse a lo más bonito, a lo más cafre, a lo más auténtico, a lo más mágico. A lo más mítico. Y esdrújulo.
Claro que tienes razón. Somos chungos, pero lo somos en un plan dino petit-gremlin-frijolito que no nos puede quitar nadie. Y del que a pesar de todo podríamos estar orgullosos -yo, y ya sé que yo no es suficiente, lo estoy.
No entiendo.
No entiendo y me pone nerviosa.
No entiendo y me pone nerviosa pero lo respeto.
Y adelante, Bonaparte.
jueves, 25 de febrero de 2010
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