martes, 22 de septiembre de 2009

alunizando III

Es infinitamente más fácil escribir los días tristes.

Es como tender un puente a uno mismo es como lidiar con el abandono como batirse en un duelo a dos manos. La apatía la nostalgia la melancolía leve que no inocua. La sensibilidad volcada en palabras permite desdoblarse crear distancia decir tonterías decir muchas tonterías e incluso maldecir; y a un tiempo creer, qué hipócritas somos, que hay algo bonito a pesar de todo.

Autoconvencerse funciona las más de las veces. Por lo menos a mí. ¿Se autoconvencen los perros? ¿Te autoconvences tú?

Me hago preguntas como calles tantas veces transitadas.

Me imagino a esa mujer que se me cruza cuando se sienta en el sofá sola y en silencio y en mitad de la noche y contengo el aliento de puro desaliento y de terror.

No hay comentarios.: