Y el frío llegó
como llega todo
tarde o temprano,
en el impreciso instante
en que estabas distraído
ajeno, dolido,
qué más da.
Otra noche dura,
para aprender
o para enterrar
o para aprender a enterrar,
que es parecido pero no es igual.
La lluvia se había llevado las carcajadas.
jueves, 23 de octubre de 2008
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1 comentario:
no hace falta.
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