miércoles, 15 de octubre de 2008

Corrigiendo el futuro

Por las calles era mayo
y la lluvia sólo servía
para hacerte comprender
que tus sueños, esos días,
eran sueños de un idiota,
que sabe que va a caer,
entre gritos de socorro,
o entre notas.

Caía el sol en tus ojos,
mirabas para no ver,
creías en los antojos,
jugabas para perder.
No había quien te salvara
de una nueva madrugada
a punto de amanecer.

Hoy han pasado los años,
este mayo no llovió,
rechazaste tus escaños,
el alma te abandonó,
las islas, te las quitaron.

Y piensas, cuando recuerdas,
le tendrías que haber dicho...
que cien capítulos después,
cumplidos doscientos besos,
se te había calado hasta los huesos.

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